domingo, 20 de noviembre de 2016
Desnutrición
Artículo de Divulgación.
El estudio se centra principalmente en
la Desnutrición, la cual se define como un estado patológico inespecífico,
sistémico y potencialmente reversible, si se trata a tiempo, que se genera por
el aporte insuficiente de nutrimentos, o por una alteración en su utilización
por las células del organismo. Haremos mención de lo que conlleva la
desnutrición en México. Según se dice que de acuerdo con la Encuesta Nacional
de Salud y Nutrición, realizada en 2012, en todo México 2.8% de los menores de
cinco años de edad presentan bajo peso, 13.6% muestran baja talla y 1.6% desnutrición
aguda (emaciación).
La desnutrición continúa
siendo un problema significativo en todo el mundo, sobre todo entre los niños.
La pobreza, los desastres naturales, los problemas políticos y la guerra
contribuyen todos a padecimientos, e incluso epidemias, de desnutrición e
inanición, y no solo los países en desarrollo.
El estudio destaca las principales
causas las cuales tienen como consecuencia este padecimiento. Por otro lado se
dará a conocer el tipo de desnutrición según el grado en el que el individuo se
encuentre. Así también hace mención del tratamiento que los pacientes con
desnutrición deben llevar acabo según el grado de esta.
Introducción
La Desnutrición.
La
palabra desnutrición señala toda pérdida anormal de peso del organismo, desde
la más ligera hasta la más grave, sin prejuzgar en sí, de lo avanzado del mal,
pues igualmente se llama desnutrido a un niño que ha perdido el 15% de su peso,
que al que ha perdido 60% o más, relacionando estos datos siempre al peso que
le corresponde tener para una edad determinada, según las constantes conocidas.
Puede
ser un trastorno inicial único, o puede aparecer secundariamente como síndrome
injertado a lo largo de padecimientos infecciosos o de otra índole y, entonces
sus síntomas y manifestaciones son más localizadas y precisas.
Se
clasifica en distintas etapas
desnutrición de primer grado a toda pérdida de peso que no pase del 25%
del peso que el paciente debería tener, para su edad;
llamamos desnutrición de segundo grado cuando la pérdida de peso fluctúa
entre el 25 y el 40%, y finalmente llamamos desnutrición de tercer grado, a la
pérdida de peso del organismo más allá del 40%. Se toman distintas medidas que
determinar si una persona esta desnutrida que por lo regular son personas muy delgadas
de bajo peso o solo tiene mal nutrición
que suelen ser personas con obesidad.
Causas que producen la desnutrición
El
90% de los estados de desnutrición en nuestro medio, son ocasionados por una
sola y principal causa: la sub-alimentación del sujeto, bien sea por
deficiencia en la calidad o por deficiencia en la cantidad de los alimentos
consumidos.
El
10% restante de las causas que producen la desnutrición lo encontramos causado
por las infecciones enterales o parenterales, en los defectos congénitos de los
niños, en el nacimiento prematuro y en los débiles congénitos;
La
sub-alimentación, causa principal de la desnutrición, tiene múltiples orígenes,
pero en nuestro medio son la pobreza, la ignorancia y el hambre las causas que
corren parejas disputándose la primacía en la patogenia de la sub-alimentación,
que acarrea la desnutrición.
Las
consecuencias
La enfermedad más común en México es
la anemia.
La anemia se origina debido a una
deficiencia de hierro en el organismo. La mayor prevalencia de anemia en
nuestro país la sufren los niños de 12 a 23 meses de edad, seguidos por los
niños en etapa preescolar.
Prevención
Depende de una buena alimentación, cuanto más
temprano, mejor. Algunos pasos para prevenirla son:
· Alimentar a los recién nacidos
únicamente con leche materna los primeros seis meses de vida.
· A partir del sexto mes comenzar con
una alimentación complementaria que incluya alimentos ricos en hierro como
carnes, hígado, cereales pre cocidos, espinacas, acelgas y frijoles.
· A partir del primer año incluir
alimentos de cada uno de los tres grupos en la dieta diaria de los niños
(verduras y frutas, cereales y leguminosas y alimentos de origen animal).
Tratamiento
Desnutrición del Primer Grado
Si
el médico ha hecho un buen diagnóstico etiológico valorizando cuidadosamente la
historia de la alimentación aun en los detalles más mínimos, el tratamiento de
la desnutrición de primer grado es sencillo y rápido, a menos que obedezca a
infecciones incontrolables o a defectos congénitos imposibles de remediar.
Si
la causa es por sub-alimentación, como pasa en un 90% de los casos, basta
completar las necesidades energéticas del paciente con una dieta apropiada para
su edad y antecedentes, para que el niño recupere su peso, vuelva a su buen
sueño, y a su disposición general feliz y contenta.
Ningún
medicamento, ninguna vitamina, ningún tónico, son necesarios, sólo alimento
digestible y suficiente y el éxito es rotundo.
Se
puede decir que 100% de pacientes se salvan si son correctamente tratados y
vistos con oportunidad.
Desnutrición de Segundo Grado
Dos
medidas deben de guiar la terapéutica en estos casos:
1a.
Dar una alimentación de alto valor energético en el menor volumen de la
fórmula, para poder ministrar 250, 300 o más calorías por kilo, por día, sin
acarrear vómitos.
2a. Combatir tenazmente las infecciones; drenar los oídos si están enfermos, quitar adenoides, vigilar el riñón, vigilar la piel, etc.
2a. Combatir tenazmente las infecciones; drenar los oídos si están enfermos, quitar adenoides, vigilar el riñón, vigilar la piel, etc.
Hay
otra serie de medidas que completan la lucha: Complejo B Hipodermoclisis de
suero fisiológico 25 c.c. por día; estimular la actividad de la piel con
fricciones generales de alcohol a 50%, vigilar la ingestión suficiente de
líquidos, imponer cierto grado de actividad física para combatir la astenia y
la indiferencia; pequeñas transfusiones de sangre total (10 c.c. por kilo),
aplicadas cada cinco días.
El
éxito se obtiene en un 60 o 70% de los casos si no hay infecciones que se hayan
apoderado del organismo y le impidan toda posibilidad de restablecimiento.
Desnutrición de Tercer Grado
La
mayoría de los tratamientos y medicinas fracasan ante una Desnutrición de
Tercer Grado; cuando el niño ha perdido más del 50% del peso que debería tener
de acuerdo con la edad, la lucha es desesperada, costosa y casi siempre inútil;
principalmente cuando se trata de una desnutrición que ha venido progresando
poco a poco, consumiendo totalmente las reservas y agotando la facultad reaccionar
y defensiva del organismo.
Es
menos sombrío el pronóstico cuando se trata de una desnutrición violenta
causada por fiebre tifoidea, o por vómitos acetilénicos o por algún otro
trastorno que en poco tiempo desnutre; en estos casos la reacción favorable del
organismo, sus defensas vivas y la fuerte combustión de la convalecencia lo
ponen a salvo en pocos días.
La
desnutrición de tercer grado requiere una gran discreción para realimentar,
buscando que el sistema digestivo restablezca su capacidad funcional para
digerir, muchas veces totalmente perdida.
Alimentos
en pequeño volumen, sin grasa y de gran valor energético a expensas de los
hidrocarbonados y las proteínas, son los de elección.
Leche
láctea semidescremada y con 10% de Dextro-Malto o miel de maíz es el alimento
con que iniciamos la realimentación en el Hospital; al mismo tiempo, si el niño
pasa de un año, agregamos pan para provocar la masticación y la salivación, y
plátano bien maduro.
Todo
síntoma agudo debe de combatirse con tenacidad: anhidremia, infección enteral,
infección parenteral, infecciones de la piel, etc.
Se
hacen transfusiones diariamente 15-20 c.c. por kilo de peso, precedidas siempre
de igual o doble cantidad de suero fisiológico o glucosado al 5%.
La
hemoconcentración en la desnutrición de tercer grado debe de evitarse siempre;
pero como es una condición casi inesperable y por otro lado el paciente
necesita sangre total, se inyecta primero suero y después la sangre total;
algunos pacientes reaccionan en las primeras 6 u 8 transfusiones, otros han
necesitado 20 o 22 y muchos ni con esta cantidad de sangre logramos hacerlos
que aprovechen algo del alimento que se les da y aumenten de peso.
Se
agrega Complejo B, vitamina C y vitamina A si encontramos signos de carencia a
estos factores.
Son frecuentes
las reacciones inversas, o paradójicas de Finkelstein; a medida que más
alimento se da, principalmente si son prótidos, el peso más se desploma en
lugar de aumentar, con el aumento de la fórmula. Estas reacciones inversas son
debidas quizás a la barrera hepática que no puede llevar a cabo su función
normal sobre las proteínas. Hemos logrado combatir estas reacciones inversas
dando por vía endovenosa aminoácidos, amigen Mead, diariamente en una
proporción de 3 a 4 gramos por kilo. El Amigen es un Hidrolizado de proteínas que no requiere ninguna enzima específica para su aprovechamiento por la célula, así es que salva la deficiencia enzimática del estómago e intestino, salva la función hondamente alterada del hígado y va a la célula directamente.
El amigen nos ha dado una gran ayuda cuando la sangre total no ha sido suficiente.
La capacidad digestiva revelada por mayor apetito, mayor actividad, evacuaciones de mejor aspecto, detención de la pérdida de peso, exige constantes y cuidadosos aumentos en la dieta: huevo, jugo de carne, sopas, etc., hasta dar la dieta normal para la edad.
Debe de tenerse siempre en cuenta que a pesar de guiar bien un tratamiento dietético y terapéutico y observar reacciones favorables en el paciente, éste requiere un periodo de restitución que varía de una semana a cinco o seis, durante las cuales no aumenta peso, si acaso se sostiene sin perder más.
No debe de hacerse cambio dietético alguno tratando de acelerar la curación so pena de exponerse a un fracaso; la paciencia, la discreción y los pasos lentos, son atributos indispensables en el tratamiento de la desnutrición de tercer grado.
La desnutrición de tercer grado es indispensablemente un trastorno que sólo en un hospital bien equipado y con experiencia, se puede tratar con alguna probabilidad de éxito.
Requiere tres o cinco meses de cuidados constantes, es extremadamente caro luchar con un paciente de este tipo que la mayoría de las veces es gente pobre en recursos económicos y de escasa cultura.
Los cálculos hechos en el Hospital del Niño nos enseñan que con los esfuerzos, el dinero y los elementos que empleamos para salvar a un niño que ha caído en Desnutrición de Tercer Grado, habría para prevenir la desnutrición en cien niños normales; o para curarla en setenta y cinco con desnutrición de primer grado.
Las medidas de las instituciones del Gobierno o privadas que se preocupan por la madre y el niño, deben de ser predominantemente preventivas para la desnutrición
Conclusión.
La desnutrición en
sus diversas formas es la más común de las enfermedades. Sus causas se deben en
general a deficientes recursos económicos o a enfermedades que comprometen el
buen estado nutricional. Según el manual internacional de clasificación de
enfermedades es una complicación médica posible pero que puede prevenirse y que
tiene impacto muy importante sobre el resultado de los tratamientos.
La desnutrición no
es algo que se pueda llevar a la ligera ya que este tipo de enfermedad es cada vez
más relevante en la humanidad, es cada vez más propensa en personas de bajo
recursos y sobre todo en niños ya que en estos lugares no existe la posibilidad
de alimentarse adecuadamente, esto puede llegar a ser mortal si no se logra
obtener un tratamiento adecuado para su tipo de desnutrición o si no se trata
en el momento que debe de ser tratado.
En si la
desnutrición tiene forma de prevenirse con una buena alimentación o
suplementación de algún componente que te pueda llegar a faltar a tu organismo
haciendo que se presente la desnutrición pero si se llega a generar esta
enfermedad de acuerdo a su tipo de desnutrición existen diversos tratamientos
donde puedes llegar a contrarrestar dicha enfermedad, volviendo a ser una
persona sana. Pero también debemos estar conscientes de que si esta enfermedad
no se trata a tiempo puede llegar a afectar alguno de tus órganos más
importantes o si no puedes llegar a morir.
Bibliografía
Abelardo, A. C. (1990).
desnutrición . En A. C. Abelardo, Hambre, desnutrición y sociedad la
investigación epidemiológica de la desnutrición en México. Guadalajara,
jalisco.
Reyes Nevares, B. (1974).
La desnutricio\0301n del mexicano. (Entrevistas de Beatriz Reyes Nevares ...
Testimonios de Salvador Zubira\0301n [and others].). En B. Reyes Nevares, La
desnutricio\0301n del mexicano. (Entrevistas de Beatriz Reyes Nevares ...
Testimonios de Salvador Zubira\0301n [and others].). Mexico: Fondo de
Cultura Econo.
domingo, 18 de septiembre de 2016
Nutrición
infantil.
Una alimentación y
nutrición adecuada son la base para la supervivencia, la salud y el crecimiento
del ser humano. La desnutrición a largo plazo tiene efectos negativos sobre el
desarrollo cognoscitivo y motor, la inmunidad y tal vez la incidencia de
enfermedades crónico degenerativas. Por otro lado, el sobrepeso y la obesidad son uno de los problemas de mayor
peso en la carga de enfermedad en el mundo y se han considerado como el quinto
factor de riesgo en las causas de muerte.
Debido a los malos hábitos, a las malas
enseñanzas y pesar de los enormes avances que en general ha experimentado
México en los últimos años, la desnutrición -por un lado- y la obesidad
infantil -por otro-, siguen siendo un problema a solucionar en el país.
La desnutrición, que afecta de un modo
significativo. A pesar de que en los últimos
20 años en México se ha observado una disminución en los diferentes tipos de
desnutrición infantil, la prevalencia de baja talla continúa siendo un grave
problema de salud pública en menores de cinco años de edad. Actualmente en
México, 1.5 millones de niños de esta edad (13.6%) sufren de desnutrición
crónica (baja talla para la edad). Y la obesidad, se extienden a lo largo de
todo el territorio mexicano, poniendo de manifiesto la necesidad de aumentar
los esfuerzos en promover una dieta saludable y equilibrada en todos los grupos
de edad, con especial hincapié en niños, niñas y adolescentes.
A pesar de los avances en materia de
desnutrición infantil que se han experimentado en los últimos años, lo cierto
es que las cifras siguen siendo alarmantes en algunos sectores de la población. En el grupo de edad de cinco a catorce años
la desnutrición crónica es de 7.25% en las poblaciones urbanas, y la cifra se
duplica en las rurales. El riesgo de que un niño o niña indígena se
muera por diarrea, desnutrición o anemia es tres veces mayor que entre la
población no indígena.
Si bien en los últimos años la
desnutrición crónica ha disminuido entre adolescentes, también es cierto que se
ha evidenciado un mayor desequilibrio entre el norte y el sur. Así, la
prevalencia de la desnutrición crónica es tres veces mayor en el sur que en el
norte en esta franja de edad.
Diversas intervenciones, como los
programas vacunación universal, la administración masiva de vitamina A, los
programas de desparasitación y la mayor disponibilidad de alimentos gracias a
los programas de desarrollo social, has sido eficientes para disminuir el ratio
de niños y niñas que presentaban malnutrición. Pero sus prevalencias altas
persisten en zonas rurales y remotas, y también entre la población indígena,
por eso es necesario un esfuerzo mayor para reducir las disparidades regionales
y de origen étnico.
La otra cara de los problemas de
nutrición lo conforma la obesidad infantil, que ha ido creciendo de forma
alarmante en los últimos años. Actualmente, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el
segundo en obesidad en adultos, precedido sólo por los Estados Unidos. Problema
que está presente no sólo en la infancia y la adolescencia, sino también en
población en edad preescolar.
Datos del ENSANUT (Encuesta Nacional de
Salud y Nutrición) indican que uno
de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad.
Para los escolares, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad ascendió
un promedio del 26% para ambos sexos, lo cual representa más de 4.1 millones de
escolares conviviendo con este problema.
La principal causa a la que se apunta son los malos hábitos en la alimentación, que acaban desembocando en una prevalencia del sobrepeso de un 70% en la edad adulta. A largo plazo, la obesidad favorece la aparición de enfermedades tales como diabetes, infartos, altos niveles de colesterol o insuficiencia renal, entre otros. Actualmente, la diabetes es el mayor problema al que se enfrenta el sistema nacional de salud: es la principal causa de muerte en adultos, la primera causa de demanda de atención médica y la enfermedad que consume el mayor porcentaje de gastos en las instituciones públicas.
La principal causa a la que se apunta son los malos hábitos en la alimentación, que acaban desembocando en una prevalencia del sobrepeso de un 70% en la edad adulta. A largo plazo, la obesidad favorece la aparición de enfermedades tales como diabetes, infartos, altos niveles de colesterol o insuficiencia renal, entre otros. Actualmente, la diabetes es el mayor problema al que se enfrenta el sistema nacional de salud: es la principal causa de muerte en adultos, la primera causa de demanda de atención médica y la enfermedad que consume el mayor porcentaje de gastos en las instituciones públicas.
La experiencia demuestra que una
correcta alimentación previene los problemas de sobrepeso y obesidad.
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